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Este debe ser el voto de los patriotas para las próximas elecciones.





Análisis Elecciones 2014: Sólo existe una solución: NUEVO AMANECER.









 

Es muy tentador para nuestros enemigos y detractores, e incluso para nuestros simpatizantes, definir al Nacional-Socialismo como una dictadura o como una especie de democracia. Este liviano juicio se enuncia debido a que desconocen los principios en que se basa nuestra doctrina. Por esto, es muy tentador y poco serio clasificar tan irresponsablemente al Nacional-Socialismo.

Si bien en la doctrina nacional-socialista el poder del Líder o Conductor se asemeja al ejercido por un dictador, por ser ambos poderes personales, originarios, autónomos y autoritarios; no es correcto asimilar al Líder o Conductor a un dictador, debido a que las bases del poder político del Nacional-Socialismo son distintas a las bases del poder político de una dictadura.

La piedra angular en la cual descansa la doctrina nacional-socialista es la Comunidad del Pueblo, es decir, el pueblo constituido en comunidad, en donde TODO se adhiere a ella y gira en torno a ella, siendo la Comunidad del Pueblo el centro de todo.

La Comunidad del Pueblo esta formada por el concepto de Pueblo y el de Comunidad. Por lo tanto, es necesario exponer en qué consisten ambos conceptos para comprender la base de la doctrina nacional-socialista.

1. El Pueblo.

Para el Nacional-Socialismo el concepto de pueblo tiene una significación distinta a la dada por el liberalismo y el marxismo. El Nacional-Socialismo exige como condición previa para la constitución de un pueblo, que esa agrupación este constituida por individuos similares, es decir, por individuos pertenecientes a un mismo origen o emparentados entre si. Esta es una condición fundamental para lograr una real y efectiva unidad nacional, ya que individuos dispares biológicamente entre si, y por ende espiritualmente distintos, no pueden conformar un pueblo o una unidad real.

Esta idea fundamental del Nacional-Socialismo descarta de plano al liberalismo y al marxismo, quienes rechazan toda idea basada en la raza y la desigualdad de los hombres, por lo tanto son concepciones antinaturales y decadentes, carentes de todo realismo, es decir utópicas.

2. La Comunidad.

El Nacional-Socialismo establece que un pueblo esta constituido en Comunidad únicamente cuando entre los individuos de un agrupamiento social existe una coordinación, una unión y un afecto que los hace participar e imbuirse de un mismo espíritu del pueblo, debido a que tienen un mismo origen.

En esta Comunidad debe existir una unión y una camaradería similar a la que existe entre los soldados, debe existir un espíritu de cuerpo comunitario, en donde el afecto y el sentido de pertenencia son los pilares fundamentales de la comunidad.

Los individuos que componen esta Comunidad ya no pueden oponer intereses o “derechos” individuales a la Comunidad, debido a que han cesado de ser personalidades individuales, y se han transformado en personalidades de comunidad. De esta manera el Nacional-socialismo descarta el individualismo y el derecho asociado a él. Se impone de esta manera un derecho comunitario, en donde los intereses de la Comunidad del Pueblo están por encima del individuo.

De esta manera se cumple la premisa básica del Nacional-Socialismo:

El interés de la Comunidad esta sobre el interés individual”.

Siendo la Comunidad del Pueblo la base del poder político del Nacional-Socialismo, esta comunidad debe ser conducida y guiada por un Líder, transformándose esta comunidad voluntariamente en un sequito fiel y leal de su líder y conductor. Por lo tanto, el pueblo no se gobierna a si mismo, sino que es conducido y guiado por el Líder, de esta manera se descarta la democracia parlamentaria.

Si bien el poder de conducción del Líder es autónomo, personal, originario y autoritario, este no debe ser asimilado a un poder dictatorial, ya que el dictador –a diferencia del conductor- es una personalidad individualista, egoísta, ajena y exterior al pueblo, ya que no participa del espíritu de éste y se impone únicamente por la fuerza, ya sea de su voluntad o de las armas, y no por encarnar en el más alto grado el espíritu del pueblo o por tener la más alta conciencia del ordenamiento vital de éste.

Por otra parte, en muchos casos las acciones y decisiones del dictador son contrarias al ordenamiento vital del pueblo en comunidad e inspiradas por concepciones netamente mercantilistas, egoístas e individualistas.

Al contrario, el Conductor, a parte de poseer una intima unión con el pueblo y encarnar en grado máximo el espíritu de este, es el que posee –a parte de sus cualidades morales, don de mando, porte y estilo- la más alta conciencia del ordenamiento vital del pueblo en comunidad. Esta alta conciencia comunitaria, es la que determina su intima unión con el pueblo y la confianza que este deposita en él, y le impide anteponer sus intereses individuales a los de la Comunidad.

Todas las decisiones y acciones del Líder van en directo beneficio de la comunidad o giran y se adhieren a ella. De no ser así cesaría de ser Líder o Conductor y se transformaría en un dictador, y quedaría inhabilitado automáticamente del derecho a ejercer la conducción de la comunidad.

En estricto rigor doctrinario, el Nacional-Socialismo no es una dictadura ni una democracia, el Nacional-Socialismo es una CONDUCCIÓN. El Líder conduce al pueblo, se adelanta a este y le muestra el camino a seguir. Toma todas sus decisiones y ejecuta todas sus acciones en beneficio del pueblo constituido en comunidad. Por esta razón, se concentran en las manos del Líder los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, transformándose el Estado en sus manos en un mero instrumento de la conducción, perdiendo su calidad de ente omnipotente que puede oponerse a la comunidad. Este Estado ya no esta para garantizar únicamente los derechos individuales en contra de la Comunidad, como sucede en un estado liberal, es sólo un instrumento al servicio del pueblo y existe únicamente para garantizar la vida, el desarrollo y la estabilidad de la Comunidad del Pueblo.

De esta forma el Nacional-Socialismo descarta el individualismo y el parlamentarismo por atentar ambos en contra de la conducción y de la integridad de la Comunidad del Pueblo.

 
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